Dar pasos hacia la abolición del especismo supone, en primer lugar, dejar de financiar la muerte y el sufrimiento de los animales en granjas, piscifactorías, mataderos y los demás ámbitos en los que son explotados, usados para ser puestos a nuestro servicio.
Por este motivo, un paso fundamental para conseguir esta abolición consiste en abandonar el consumo de animales. Al modo de vida libre del uso de animales como recursos se le llama veganismo.
En el mundo hay millones de seres humanos que, por motivos éticos, han adoptado este modo de vida y esta actitud en la que consiste el veganismo. No hay problema alguno para tener una buena salud en cualquier momento de nuestra vida con una alimentación sin productos de origen animal, como han demostrado organizaciones tan prestigiosas como la Asociación Americana de Dietética, entre otras.
Poner las bases para la abolición del especismo implica poner el énfasis en los aspectos éticos a la hora de difundir el veganismo. Hay quienes son veganos y apelan a motivaciones egoístas cuando difunden este estilo de vida, diciendo, por ejemplo, que la alimentación vegana es más sana o que supone otros beneficios. Esto puede aumentar el número de personas que abrazan el veganismo, pero no lleva a un cuestionamiento directo del especismo. Es más, puede propiciar el apoyo a productos de origen animal porque sean más sanos para la salud humana o menos contaminantes.
Por el contrario, difundir el veganismo con argumentos éticos, señalando que es injusto discriminar a los animales que no forman parte de nuestra especie, y que es preferible la existencia de un mundo con menos sufrimiento, supone que sea más fácil avanzar hacia la abolición del especismo, sean cuales sean las condiciones existentes.
Es importante tener en cuenta que el especismo no solo supone que muchos animales sean utilizados como objetos de consumo. Además, discriminamos a los animales no humanos de muchas otras formas. Así como la discriminación de la gente de piel negra no terminó con la abolición de la esclavitud, el veganismo y la abolición de la esclavitud de los animales es solo un paso hacia el fin de cualquier forma de especismo.
Otra cuestión que debemos abordar para avanzar hacia la abolición del especismo es que no todos los animales matados van destinados al consumo humano, de manera directa o indirecta. Millones de peces, vacas, cerdos y pollos son matados para elaborar el pienso con el que se alimenta a los perros y gatos. Si no aceptamos alimentar a los gatos con carne de perro, o viceversa, no es coherente aceptar alimentarlos con lo que fue el cuerpo de otros animales. Afortunadamente existe una solución a este problema, y son los piensos veganos (sin ingredientes de origen animal). Es posible comprar el pienso Amicat para gatos, y los piensos Yarrah Vegetarian y Amidog para perros. Esta es la posición coherente con el veganismo.
Cambiar nuestros hábitos de consumo y los de los animales con quienes convivimos es importante, pero no suficiente para transformar realmente la sociedad. Es necesario destinar parte de nuestro tiempo a una labor de concienciación, de difusión del veganismo, de aumentar el número de individuos que rechazan el especismo. Desde Equanimal te animamos a unirte a la lucha contra el especismo, sea colaborando con nosotros o con alguna de las otras organizaciones que trabajan para cuestionar el especismo. Entre todos y todas estamos construyendo un movimiento que se oponga a esta injusticia.